Filos del inicio y el final de Izumo

Filos del inicio y el final de Izumo
Filos del inicio y el final de IzumoNombreFilos del inicio y el final de Izumo
RarezaRaritystrRaritystrRaritystrRaritystrRaritystr
TipoArtefactos,
FuenteDispositivo de inmersión del Mundo 9 del Universo Simulado
Universo Diferenciado: Extracción de ornamentos
Máquina sintetizadora multiusos - Síntesis de artefactos
Conjunto de artefactos
Izumo gensei y reino divino de Takama
Izumo gensei y reino divino de Takama
Efecto del conjunto2: Aumenta el ATQ del portador en un 12%. Al entrar en combate, si hay al menos un aliado de la misma Vía que el portador, la Prob. CRIT del portador aumenta en un 12%.
Niv. máximo15
HistoriaLos habitantes de Izumo ataban sus espadas a la cintura usando borlas. Viajaban por el mundo como cazadores de dioses, y con sus cuerpos divinos forjaban espadas en un ciclo interminable. Izumo avanzó hacia la prosperidad, la desilusión y la nada.

Índice
Atributos
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Historia

Atributos

+15
Atributos base
Class Efecto de Ruptura
64.8%
Class Recuperación de energía
19.44%
Class PV
43.2%
Class ATQ
43.2%
Class DEF
54%
Atributo secundario
Class PV
203.22 ~ 228.62 ~ 254.03
Class ATQ
101.61 ~ 114.31 ~ 127.01
Class DEF
101.61 ~ 114.31 ~ 127.01
Class PV
20.74% ~ 23.33% ~ 25.92%
Class ATQ
20.74% ~ 23.33% ~ 25.92%
Class DEF
25.92% ~ 29.16% ~ 32.4%
Class VEL
12 ~ 13.8 ~ 15.6
Class Prob. CRIT
15.55% ~ 17.5% ~ 19.44%
Class Daño CRIT
31.1% ~ 34.99% ~ 38.88%
Class Acierto de efecto
20.74% ~ 23.33% ~ 25.92%
Class RES a efecto
20.74% ~ 23.33% ~ 25.92%
Class Efecto de Ruptura
31.1% ~ 34.99% ~ 38.88%

Historia

Entrelazados están los trágicos destinos de dos planetas, y una vieja canción estaba desperdigada por la caverna donde se oculta la luz.

Una canción sin principio ni fin, sin sonido ni eco, sin voz que la emita ni oídos que la reciban. Así reza:

Takamagahara, infinita como Izumo, era un paraíso perfecto.
Pero el cielo se oscureció, el gran sol desató las mareas, y los kami, en movimiento, dejaron sus huellas.
Los numerosos kami de las desgracias aparecieron y asesinaron sin piedad, pero no esperaban que su autoridad fuera arrebatada.
Izumo rompió 70 033 espadas de guerreros y forjó las doce Espadas Protectoras.

La primera era "Verdad", forjada con el Soberano de la Revelación. Con ella, los mortales comprendían todas las leyes y principios, diseccionaban todas las cosas y recreaban milagros.
La segunda era "Cielo", forjada con el Cénit Eterno. Podía convertir el cielo en una muralla, dificultando el paso de los kami de las desgracias.
La tercera era "Aullido", forjada con el Trueno Poderoso. Podía invocar rayos que desgarraban el cielo, y los meteoros y los truenos impartían justicia divina.
La cuarta era "Niebla", forjada con el Viento Ululante. Podía hacer que el viento arrasara la tierra y que las galernas azotaran sin cesar.
La quinta era "Escarcha", forjada con el Abrigo del Firmamento. Podía congelar y detener el tiempo para crear infinitos páramos helados y estirar un momento por toda la eternidad.
La sexta era "Vida", forjada con la Hermana Repudiada de la Mortalidad. Podía hacer que las tumbas florecieran, que la vida y la muerte se entrelazan y se disiparan.
La séptima era "Fulgor", forjada con las Llamas de la Desgracia. Podía invocar fuegos que incendiaran el mundo, quemaran el cielo y calcinaran la tierra.
La octava era "Iluminación", forjada con Sabiduría Incomparable. Podía discernir el pasado y el futuro con el espejo de agua y distinguir las verdades y mentiras de años distantes.
La novena era "Fundamento", forjada con el Padre de las Tierras. Podía ordenar a las islas que flotaran en el cielo, y que las montañas y valles se interpusieran ante los ejércitos.
La décima era "Millares", forjada con el Señor del Inframundo. Podía unir multitudes y que actuaran como un solo cuerpo.
La undécima era "Atadura", forjada con el Guardián del Presagio. Podía sellar la desgracia y hacer que los males y los demonios desaparecieran en un instante.
La duodécima era "Devoradora", forjada con Infinitas Desdichas. Podía corroer y envejecer el mundo mortal e igualar a los kami y los oni, dividiendo las cuatro almas de una entidad.

Entonces, el inframundo quedó despejado, la guerra se detuvo y las doce espadas se rompieron y se guardaron.
En el vacío, las almas muertas se inquietaron, y bajo el sol negro se forjaron dos espadas portadoras del destino del mundo.
Una se llamaba "Principio" y la otra "Fin", porque todo empezó con la humanidad y terminará con los oni.
Los lamentos cesaron y las flores muertas brotaron y se marchitaron. Los perdedores regresaron al vacío y los ganadores... se convirtieron en nada.

El monje cojo cantaba sin afinar, porque quienes ostentan el poder de los kami andan de espaldas hacia la divinidad.
Bajo el gran sol, la tierra que antes se llamaba Izumo se quedó sin humanos, oni ni kami.

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