Yelmo compasivo de la paladina

Yelmo compasivo de la paladina
Yelmo compasivo de la paladinaNombreYelmo compasivo de la paladina
RarezaRaritystrRaritystr
TipoArtefactos,
FuenteCaverna de la corrosión del Vado de las Nubes
Conjunto de artefactos
Paladina de la Iglesia de la Corte Inmaculada
Paladina de la Iglesia de la Corte Inmaculada
Efecto del conjunto2: DEF +15%.
4: El efecto de escudo otorgado por el portador aumenta en un 20%.
Niv. máximo6
HistoriaYelmo con máscara similar al de la estatua de la diosa de la compasión. Se utiliza para ocultar el rostro.

Índice
Atributos
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Historia

Atributos

+6
Atributos base
Class PV
139.99
Atributo secundario
Class PV
40.64 ~ 45.72 ~ 50.81
Class ATQ
20.32 ~ 22.86 ~ 25.4
Class DEF
20.32 ~ 22.86 ~ 25.4
Class PV
4.15% ~ 4.67% ~ 5.18%
Class ATQ
4.15% ~ 4.67% ~ 5.18%
Class DEF
5.18% ~ 5.83% ~ 6.48%
Class VEL
3 ~ 3.3 ~ 3.6
Class Prob. CRIT
3.11% ~ 3.5% ~ 3.89%
Class Daño CRIT
6.22% ~ 7% ~ 7.78%
Class Acierto de efecto
4.15% ~ 4.67% ~ 5.18%
Class RES a efecto
4.15% ~ 4.67% ~ 5.18%
Class Efecto de Ruptura
6.22% ~ 7% ~ 7.78%

Historia

Había una vez una caballera silenciosa llamada Safina que nunca se quitaba su sólido y pesado casco en presencia de otras personas. El aire solemne y religioso y el silencio de Safina producían una sensación intimidatoria ante la que costaba respirar.

Ya sea que se enfrentara a un demonio inhumano o a un clérigo vencido por la locura, lo único que mostraban era un miedo instintivo ante el peso de su solemnidad.

Solo unos pocos religiosos de la Iglesia conocían los orígenes demoníacos de Safina que se ocultaban bajo ese yelmo tan pesado. La Iglesia temía y deseaba a la vez los poderes de los demonios, y esta contradicción fue lo que provocó la existencia de Safina. La Iglesia capturó a una recién nacida de la estirpe de los demonios, la entrenó para convertirla en una valiente caballera silenciosa, le prohibió que mostrara su auténtica apariencia y finalmente la convirtió en la caballera silenciosa de una mujer santa.

Vanira, conocida como la santa Vanira, era más o menos de su misma edad, y fue ella quien le enseñó a estudiar las escrituras. Ella todavía recuerda la visión de su semblante demoníaco a la luz de las velas.

"Mi querida Safina, he visto tu rostro y nunca lo olvidaré". La santa Vanira fue perdiendo la visión gradualmente tras llegar a la edad adulta.

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